El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, abordó en una entrevista publicada este domingo por La Tercera la violencia de los delitos registrados en los últimos meses en la Macrozona Sur, destacando especialmente el triple homicidio de carabineros en Cañete. Según Garrido, los grupos en esta región han evolucionado de reivindicar derechos ancestrales al control territorial, similar a las operaciones de bandas como el Tren de Aragua.
Garrido afirmó que, en su opinión, «en la Provincia de Arauco y en la Región de La Araucanía no existen grupos con posturas políticas, no hay violencia política. El fenómeno que hoy impera en estas zonas es de criminalidad organizada».
El fiscal explicó que, a principios de los 2000, las acciones violentas podían interpretarse como manifestaciones para la reivindicación de ciertos derechos. Sin embargo, este escenario ha cambiado con el tiempo. «Ahora, los discursos de los grupos que pretenden vincularse con reclamaciones del pueblo mapuche son inexistentes», advirtió.
Según Garrido, los grupos que operan en la Macrozona Sur han pasado de reivindicar derechos ancestrales al control territorial, utilizando la denominación de reivindicación política para enmascarar sus verdaderas intenciones. «Esto les es útil: si son detenidos o imputados por ciertos delitos, pueden invocar un supuesto carácter de preso político por tener un apellido mapuche o vivir en una comunidad mapuche. Pero estas no son personas perseguidas por su ideología», puntualizó.
Criminalidad organizada
El fiscal Garrido puso como ejemplo el crimen contra los uniformados en Cañete, señalando que esa violencia se alinea con el tipo de criminalidad organizada presente en la zona. «Hay un discurso de odio que genera resentimiento y esto se traduce en expresiones muy violentas. En este caso, lo podemos constatar, pero también hay otros casos, como el de las nueve personas que secuestraron a dos individuos, y el homicidio del matrimonio Luchsinger-Mackay», explicó.
Finalmente, el fiscal reiteró que en la Macrozona Sur existe una «criminalidad organizada, porque no son hechos puntuales, sino que son grupos de personas o individuos que adoptan una forma de vida en una profesionalización del crimen».
