Moderna prueba nueva vacuna para la viruela del mono
Una nueva vacuna experimental, ARNm-1769, desarrollada por Moderna, ha mostrado resultados prometedores en la fase combinada 1 y 2 de ensayo clínico, superando la eficacia de la vacuna actualmente utilizada contra el mpox, anteriormente conocido como viruela del mono.
En un estudio reciente publicado en la revista *Cell*, investigadores evaluaron la eficacia de ARNm-1769 al vacunar a seis macacos con esta nueva fórmula y a otros seis con la vacuna actualmente en uso. Ocho semanas después, los animales fueron expuestos a una cepa letal del virus mpox. Un grupo de control de seis macacos no vacunados también fue infectado.
Los resultados indicaron que los 12 animales vacunados sobrevivieron al virus, mientras que cinco de los seis no vacunados fallecieron. Aunque ambas vacunas redujeron la gravedad de la enfermedad en comparación con el grupo de control, los macacos vacunados con ARNm-1769 mostraron menos pérdida de peso y menos lesiones que aquellos vacunados con la vacuna actual.
Los detalles específicos del estudio revelaron que los animales no vacunados sufrieron un total de 1.448 lesiones, los vacunados con la vacuna convencional tuvieron 607, y los vacunados con ARNm-1769 sólo 54. Además, la nueva vacuna redujo la duración de la enfermedad en más de 10 días y resultó en cargas virales significativamente más bajas en sangre y cultivos faríngeos, sugiriendo una posible reducción en la transmisión del virus.
Alec Freyn, uno de los autores del estudio y virologista en Moderna, destacó que ARNm-1769 no solo proporcionó una mejor protección en términos de supervivencia, sino que también demostró menor número de lesiones, duración reducida de la enfermedad y menor diseminación viral en la sangre y vías respiratorias.
Adicionalmente, se probó que el suero de los macacos inmunizados con ARNm-1769 neutralizó otros virus del género Orthopoxvirus, como las viruelas del conejo y del camello, así como el virus ectromelia.
La combinación de las fases 1 y 2 de los ensayos clínicos permite una evaluación más rápida de la seguridad y la eficacia del tratamiento, acelerando el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos.